La Ceiba, árbol nacional
La Ceiba es considerada el árbol sagrado de la vida y, para los mayas desde los tiempos precolombinos, bajo sus su follaje acostumbraban los nativos celebrar sus ritos. Representa la sabiduría. En sus leyendas cosmogónicas abre sus ramas mayores hacia los cuatro puntos cardinales, y de esa manera se une a la cuádruple deidad que rige los vientos y las lluvias.
Sus ramas dividen el mundo inferior, donde moran los espíritus, del Xibalbá o lugar de la extinción, además de marcar los rumbos en el mundo físico y dividir las estancias de los dioses en el alto misterio sideral.
La Ceiba es un árbol de forma robusta y llega
a medir hasta setenta metros de alto; crece en clima cálido y es conocido desde
México hasta Brasil. En el bosque, la Ceiba no sólo proporciona sombra y
riego a la flora que crece debajo, sino que también es hábitat para
muchos animales y sobre todo para el quetzal.
Por iniciativa presentada por el
botánico guatemalteco Ulises Rojas, el Presidente, Coronel Carlos Castillo
Armas decretó que la Ceiba Pentandra fuera reconocida como Árbol Nacional el 8
de Marzo de 1955.
La Ceiba es
el Árbol Nacional de Guatemala, establecido oficialmente como tal el 8 de marzo
de 1955 durante el gobierno del presidente de Guatemala, Carlos Castillo
Armas, tras la solicitud del botánico Ulises Rojas
(Ministerio de la Defensa Nacional, 2009).
La Ceiba Pentandra
-su nombre científico- fue reconocida como insignia representante de la flora
guatemalteca, para simbolizar el orgullo de las raíces mayas del país (Ministerio
de la Defensa Nacional, 2009). Fue declarada Árbol Nacional por iniciativa del
botánico guatemalteco Ulises Rojas.
Para los antiguos
mayas, la ceiba representaba la comunicación de los humanos con el cielo y el
inframundo; en la actualidad, sus descendientes la respetan como sinónimo de
sabiduría y resistencia (Roldán, 2006).
Para los mayas
prehispánicos, la ceiba representaba el árbol que sostiene el universo. Según
el epigrafista Federico Fahsen, la creencia se basaba en que las ramas están en
el cielo y el tronco es donde vivimos y la raíz está en el inframundo. Aunque
no hay un glifo específico para la palabra ceiba, en las incripciones mayas se
ha encontrado la palabra Yaxche (árbol verde) que podría estar relacionada
(Roldán, 2006).
Durante la
dominación española se mantuvo la fuerza de esos conocimientos y las
tradiciones representadas por la ceiba, y fue plantada en todas las plazas,
cerca de los cabildos (Universidad Galileo, s.f.).
Historia
En 1955, el
botánico Ulises Rojas
presentó una propuesta en el Ministerio de Agricultura
para que la ceiba fuera declarado Árbol Nacional. Esta iniciativa se basó
precisamente en esta importancia que el árbol tiene para los indígenas (Roldán,
2006).
El decreto que
aprobó el presidente en aquel momento, el coronel Carlos Castillo
Armas mediante acuerdo gubernativo del 8 de marzo dice en una parte
del texto: “...pues desde tiempos precolombinos bajo su follaje acostumbraban
los nativos celebrar sus ritos, considerándola como árbol sagrado...”